Page 18 - Остров свободы в моём сердце
P. 18
17 Kornienko G.M.
Guerra Fría. El
Testimonio De
Su Participante.
M.: Olma-Prensa,
2001. P. 55 – 60.
18 Bubnov V.A.,
Gavrilov M.
V. Manchas
Blancas De La
Crisis Del Caribe
1961 – 1964 —San
Petersburgo.:
Galea Print Llc,
2016. P. 250.
19 Castro F. Mi
Vida. M.: Ripoll
Classic, 2009. P.
308.
como se puede ver en los documentos, no veían después de haber sido engañados por el lado
esto como un peligro puramente militar. En soviético, engañaron involuntariamente al
ese momento, Los Estados Unidos tenían 5 mil pueblo estadounidense hasta el último minuto,
unidades de armas nucleares provistas de medios negando la presencia de armas nucleares en
de transporte, contra 300 las unidades de la Cuba. En el discurso del 13 de septiembre de
URSS, la adición de 40 misiles al Arsenal nuclear 1962, Kennedy dijo durante una conferencia de
soviético en Cuba no podría considerarse un Prensa que si Cuba alguna vez “se convierte en
cambio significativo en la proporción de fuerzas. una base militar para la Unión Soviética con un
Nadie del Consejo de seguridad consideró que la potencial ofensivo significativo, nuestro país
URSS había planeado seriamente lanzar el primer hará lo que sea necesario para evitarlo”. Esto,
ataque a los Estados Unidos después de colocar según Sorensen, significaba que el presidente
misiles en Cuba. Al parecer, Kornienko creía que consideraba aceptable la aparición de cierta
el factor psicológico era crucial aquí. Los Estados cantidad de armas soviéticas en Cuba. Lo que
Unidos, el gobierno y el pueblo de América, por Moscú debería haber entendido no como
primera vez en la historia, se encontraron en debilidad, sino como prudencia.
una posición en la que tenían armas que podían
golpear el territorio de su país, además se trataba Khrushchev tenía una actitud desdeñosa con
de misiles nucleares. El impacto de este factor se respecto a las opiniones de los expertos. Ignoró
vio reforzado por el hecho de que la decisión de las dudas de Mikoyan sobre la razonabilidad de
colocar misiles en Cuba fue tomada en secreto esta acción; la confianza en que estas acciones
por los líderes soviéticos. Para el presidente causarían una “explosión política en Washington”
de los Estados Unidos, esta situación resultó expresada por el ministro de relaciones
aún más inaceptable, ya que él y sus asistentes, exteriores Andrei Andreevich Gromyko
18