Page 98 - Остров свободы в моём сердце
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De las memorias de N.S. Khrushchev

                                         (Khrushchev N.S. Tiempo, Pueblo, Poder. Memorias. Parte IV Relaciones con Occidente.
                                         Guerra Fría. Crisis del Caribe)


                                            [...] Pronto establecimos relaciones diplomáticas con Cuba [8 de
                                         mayo de 1960 — N.F.], y la URSS envió allí una delegación. Los cubanos
                                         recurrieron a nosotros en busca de ayuda: los estadounidenses los
                                         privaron de su petróleo... No teníamos suficientes petroleros u otros
                                         buques marítimos adecuados... en ese entonces  los italianos nos
                                         vendieron muchos petroleros... Los estadounidenses acusaron a Italia de
                                         “no mostrar solidaridad”. [...]


                                            Había que hacer algo para obtener la seguridad de Cuba. ¿Algún
                                         tipo de fuerza militar de nuestro lado? ¿O alguna declaración que
                                         podamos hacer en forma de nota o advertencias TASS (agencia de
                                         noticias rusa)? Todo esto no tendrá mucho efecto sobre los agresores
                                         estadounidenses, ni siquiera les causará una impresión si no ven detrás de
                                         estas advertencias fuerza o acciones reales. Tales acciones a veces incluso
                                         causan daño. Esto lo expresa claramente un viejo cuento: Un pastor con
                                         motivo de prevención, gritaba: lobo, ahí está el lobo, pero en realidad no
                                         había ningún lobo, y cuando el lobo realmente apareció y atacó, el pastor
                                         volvió  a gritar: ¡el lobo, el lobo! Sin embargo, nadie le prestó atención y
                                         el lobo hizo su trabajo.




           26 de                         “¡Los imperialistas no pueden poner de rodillas al pueblo cubano!”
           septiembre                    (Del discurso de Fidel Castro en la XV sesión de la Asamblea General de la ONU, diario
           de 1960                       Pravda, 29 de septiembre de 1960)


                                            [...] Seremos los primeros en no darle pretexto al imperialismo para at-
                                         acarnos. Declaramos también que desde que esta base [la base estadouni-
                                         dense en Guantánamo — N.F.] se ha convertido en una amenaza para la paz
                                         de nuestro pueblo, el gobierno revolucionario ha considerado exigir, bajo
                                         el derecho internacional, que de esta base se realice el retiro de las fuerzas
                                         navales y otras fuerzas militares de los Estados Unidos de América.


                                            Sin embargo, la causa de Cuba es la causa de todos los pueblos sub-
                                         desarrollados. Este es el caso del Congo, Egipto, Argelia, Irian occidental
                                         y finalmente, este es el caso de Panamá, que quiere recuperar su canal. Y
                                         aunque no hemos prestado atención a otros países, el caso de Cuba es el
                                         caso de todos los países subdesarrollados y coloniales. [...]





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