Page 32 - Остров свободы в моём сердце
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física. Tuvimos que equipar los cuarteles con mosquiteros y
           cambiarlos constantemente, ¡porque por la noche nada te
           salvaba de los insectos estos! Nunca teníamos planes, porque
           no sabíamos lo que sucedería mañana... En el cuartel, a ambos
           lados de la cama de cada soldado, había ropa y armas listas.
           Una vez recibimos información sobre un posible desembarque
           de tropas estadounidenses y se nos dio la orden de cavar
           trincheras. En el terreno montañoso fue muy difícil. Pero el
           descanso después de esto fue mucho más agradable. Cuando
           las temperaturas superaban los 24 grados, nos llevaban a
           la playa. Visitamos el famoso acuario marino, una sección
           cercada del mar. Ante nuestros ojos, aparecía una increíble
           vida submarina. Aquí es donde vi por primera vez un pulpo.

             Más tarde me transfirieron al aeródromo. Me gustaba
           trabajar con aviones. En algunos había complejos visores
           automáticos de puntos, tenían
           medidores y calculadores de
           viento, temperatura, velocidad,   Los cubanos estaban
           dirección, peso y forma de la     contentos con la
           bomba. Yo los conocía muy         ayuda de la Unión
           bien, ya que mi proyecto de
           tesis fue sobre el tema de        Soviética. Después
           diseño de mira telescópica        de nosotros, en Cuba
           de construcción similar y con
           complejo de observación           quedaron talleres de
           computarizado. Dimos              automóviles y una
           instrucción a los cubanos de      fábrica de azúcar.
           piloteo y otras sutilezas del
           arte militar. Ellos aprendieron
           bien la técnica, aprendían rápidamente. No pasó mucho
           tiempo cuando los cubanos ya pudieron realizar salidas
           independientes en aviones de combate. Ellos repelieron
           los aviones estadounidenses, que constantemente hacían
           sobrevuelos en parejas, tratando de volar hacia el territorio de
           Cuba.

             Durante la comunicación con mis colegas, aprendí
           gradualmente el idioma español y, después de 2 – 3 meses,
           pude hablar con los cubanos a nivel doméstico. En mi
           memoria, ellos quedaron como personas disciplinadas.
           Rápidamente lograron formar su ejército. Les entregamos
           todo lo que habíamos traído, excepto misiles de alto alcance
           y cargas para ellos. Después de nosotros, en Cuba quedaron
           fuerzas armadas muy fuertes tanto terrestres como marítimas.


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