Page 36 - Остров свободы в моём сердце
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El triángulo de las bermudas en la línea de la vida
En 1961 fui reclutado en el ejército. Las personas reclutadas
de la ciudad de Belgorod éramos un total de 150. Y todos fuimos
al territorio de Vinnitsa para hacer nuestro servicio militar, en un
regimiento especial de tropas de misiles. Específicamente, yo era
un operador de telecomunicaciones. En agosto, con el sonido
de la alarma se dio la orden enviar maquinarias y demás equipos,
incluidos los automóviles, al escalón. Por medio del ferrocarril
se llevó el escalón al puerto de Sebastopol. Dos barcos gigantes
esperaban en el puerto: el barco “Divnogorsk” con un despla-
zamiento de más de 50 mil toneladas, en el que se cargó princi-
palmente equipo militar, y el “Almirante Nakhimov”, que durante
varias semanas se convirtió en el hogar de más de mil personas:
jóvenes disfrazados de civiles. Nadie sabía a dónde íbamos. Corría
el rumor sobre la operación “Anadyr”. ¿Vamos rumbo a Chukotka?
El capitán del barco probablemente tampoco lo sabía. Había tres
paquetes con instrucciones de seguimiento: el Bósforo, los Darda-
Anatoly Timofeevich nelos y Gibraltar. Luego anunciaron que íbamos a Cuba a defender
Pridvoriev las conquistas de la revolución, para lo cual nos dieron las instruc-
hizo el servicio militar en la década ciones correspondientes. En el área del misterioso triángulo de
de 1960, participante de la operación las Bermudas, donde, según numerosas leyendas, muchos barcos
especial militar “Anadyr” y aviones desaparecieron sin dejar rastro, cayendo en la tormenta
más cruel... pero estos cuentos no eran sufi-
cientes para asustar a los soldados soviéticos.
Al acercarse nuestros barcos a Cuba, vola-
ron aviones estadounidenses, casi aferrados a
los mástiles. Para disimular en la cubierta había
un tractor, como quien dice, los agrícolas van
a la isla de la libertad. Nosotros tuvimos que
pasar todo el tiempo en la bodega.
Solo en la costa de la Habana, todos en
masa fuimos puestos en cubierta. Esto ocurrió
a principios de septiembre. Desembarcamos
en la zona de la localidad de Mariel. No solo se
descargaron maquinarias y equipos en el puer-
to, sino también provisiones: chocolate, leche
condensada. Luego nos llevaron al interior de
la isla hasta el lugar en el que nos quedaríamos. Una colonia de
trabajo infantil fue instalada y equipada para ser utilizada como
albergue para soldados soviéticos. Muy buen albergue este, fue
estadio, Club, comedor. Después de todo, en el ejército, el servicio
de comunicación militar siempre fue considerado intelectual.
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