Page 69 - Остров свободы в моём сердце
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se volvió especial en mi vida.
           Vivíamos en los cuarteles,
           donde anteriormente se había
           alojado a los estadounidenses.
           Nosotros, como
           despachadores, escoltábamos
           aviones que volaban de Moscú
           a América.

             No hubo ningún bautizo
           de novatos, jugábamos
           voleibol en nuestro tiempo
           libre. Comían naranjas, piñas,
           plátanos que crecían junto a la
           parte. También había un jardín
           de mangos cerca. Los frutos
           los golpeados con palos para
           poder bajarlos.


             Todos los fines de
           semana íbamos a La Habana, nos
           familiarizábamos con los lugares de      Por cierto, en Cuba hay un Parque dedicado a
           interés, visitábamos el zoológico y el
           parque acuático. Por cierto, en Cuba     Lenin. Nosotros también estuvimos allí. Tuve
           hay un Parque dedicado a Lenin.          una impresión positiva sobre los cubanos:
           Nosotros también estuvimos allí.         sociables, amigables.
           Tuve una impresión positiva sobre los
           cubanos: sociables, amigables. Nos
           llamaban “Los soviéticos”. Una vez vino un conjunto
           instrumental femenino “Las Chicas”, y Fidel Castro vio el    los hermanos Castro. Algunos de mis
           concierto con nosotros. el Día de la Victoria se realizaron   compañeros hacían albóndigas rellenas
           representaciones teatrales y Raúl Castro estaba entre        de pescado.
           los espectadores. Tengo algunas fotos de festivales de
           música.                                                         Antes de la desmovilización, todos
                                                                        intentaban dejar algo como recuerdo.
             El comando creó buenas condiciones para el servicio:       Todavía tengo una taza de bambú que
           funcionaba un cine de verano y era posible escuchar          representa una fortaleza y el mar, y
           canciones soviéticas y extranjeras en la estación de radio.   también una concha desde donde se
           Pero también hubo momentos desagradables: la invasión        escucha la voz de un mar lejano... De
           de arañas viudas negras en la primavera. Algunos chicos      Cuba le traía puros Montecristo a mi
           no tenían miedo de atrapar a estas criaturas venenosas y     padre, y vestidos a mi madre y hermanas.
           ponerlas en un frasco, de donde después escaparon. En        Resumiendo, puedo decir que salimos
           mi tiempo libre, me gustaba trabajar con un quemador         de nuestro país con un sentimiento de
           para dibujo sobre madera, pude hacer imágenes bastante       incertidumbre y regresamos, como dijo el
           buenas de personas en madera contrachapada, incluidos        comandante, con un sentido de logro.


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