Page 71 - Остров свободы в моём сердце
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El avión volaba sobre las nubes, y el océano aberturas de las ventanas no estaban acristaladas,
Atlántico se extendía por debajo. el piso también era de concreto y no había techo
en absoluto. Durante la primera noche, nadie
Al final del vuelo, nuestro pájaro de hierro pudo dormir debido a las hordas de mosquitos,
puso un giro empinado, y de repente un campo de los cuales ni siquiera nos salvaron los
verde con un elefante pastando se abrió ante mosquiteros. Era insoportablemente sofocante
nuestros ojos: estábamos sobre el zoológico. En y caliente. Enormes luciérnagas volaban. En la
la Habana nos recibió gente amable con vestidos noche, seres desconocidos gritaban con voces
de civil, eran nuestros comandantes. Entregué los escalofriantes. Más tarde nos explicaron que eran
documentos traídos y nuestro equipo se dirigió enormes ranas-toros. El comedor nos sorprendió
al lugar de destino en Torrens. Una pequeña con una dieta muy ligera: aquí se utilizaban
unidad militar estaba ubicada cerca del centro alimentos secos para cocinar: papas, cebollas,
de comunicaciones. En el territorio había un zanahorias; en lugar de carne, estofado, y las
campo de antena. Oficialmente, la unidad se normas no cumplían con nuestro apetito. Pero
llamaba Grupo ZOS (apoyo aéreo Terrestre) y se no teníamos otra opción. Una vez, celebrando el
consideraba un objeto civil. Nos entregaron un cumpleaños de alguien, organizamos una fiesta, y
uniforme militar cubano, sandalias, botas altas, el plato principal se convirtió en plátanos verdes
llamadas zapatos, que se ponían en el atuendo fritos, que sabían a papas fritas.
de protección de la unidad. Las sandalias eran
nuestro calzado cotidiano. Vivíamos en un Cuba estaba en el medio del intercambio de
cuartel con paredes delgadas de concreto, las Radio, y era necesario tener tiempo para capturar
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