Page 75 - Остров свободы в моём сердце
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centro de radio de deportes,
es decir, estaba involucrado
en la preparación física de los
soldados. Jugaban al fútbol y
al voleibol.
En invierno, los fines de
semana, los soldados libres del
turno salían a descansar a la
Habana, y en verano, a la playa.
Dos veces pudimos visitar el
famoso carnaval, celebrado
a principios de otoño y que
marca el final de la cosecha de
caña de azúcar. En esta fiesta
se podían ver figuras móviles
gigantes, trajes brillantes y
chicas hermosas. Si hablamos
de los cubanos, entonces yo
les recuerdo siempre con
su actitud simple hacia la
vida. Los cubanos nunca se
apresuran, no se entregan
en su totalidad al punto de
caer desmayados como los
nuestros. Probablemente ese
es el temperamento sureño.
Hice mi servicio hasta Yo era un excelente tirador, y también locutor
diciembre de 1975. Fue triste
irme, pero quería volver a casa. en el centro de radio de deportes, es decir,
Cada uno de nosotros dejó estaba involucrado en la preparación física
una parte de su alma en la de los soldados.
isla de la libertad... a Menudo
recuerdo esos tiempos en
el momento en que miro Después del ejército, me gradué de la escuela técnica y
recuerdos de madera roja y fui a Leningrado, donde trabajé por dos años y medio como
de hierro. Tuve un colega del maestro en la construcción. Viví en un típico apartamento
distrito de Borisov, Nikolai comunal de Leningrado, que me fue proporcionado. Mi padre
Motailo, un verdadero me llamó de regreso a casa. Dijo que en Viktoropol se está
artesano. Fabricaba souvenirs construyendo una fábrica y necesitan maestros. Regresé a
– cajas, candelabros, torres mi casa, aunque en Leningrado me quedaba muy poco para
de televisión. Regresamos recibir la residencia permanente. Tal vez debería haberme
de vuelta en el mismo barco quedado... Pero la vida paso como tenia que pasar, y no me
“Báltika”. arrepiento de nada.
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